Vania, Maman, Sonia, el Doctor, Helena y el Profesor: Vidas secundarias… La inteligencia y la comprensión de Chéjov hacia sus personajes es admirable porque los ama sin límites y los observa con metódica ciencia forense. Nos muestra los vestigios de lo dicho y de lo no hecho; de aquello soñado y deseado que no ha sucedido, pero cuya huella permanece en el rostro, queda esculpido en el cuerpo, aflora en los gestos. Con su característico humor patético nos invita a prestar atención a una constelación de hombres y de espectros de hombres, mientras hacen y dicen. La comedia humana. Hace sol. Llueve de puertas adentro