Una hora y media de retraso nos muestra un retrato reconocible de una pareja. Cinco simples minutos de franca conversación, justo cuando están a punto de salir a una importante cena, bastan para desatar la anarquía y una espontánea reflexión sobre sus 30 años de vida en común. ¿Serán capaces de retomar la normalidad antes de que sea demasiado tarde?