El mar es una constante inspiración para este artista valenciano afincado en Puçol. Los colores del Mediterráneo acuden a su encuentro, una y otra vez, para activarse en una paleta cromática de azules infinitos, dinámica y vitalista, que hace que cada obra sea única.
En este recorrido artístico el espectador se encontrará con una serie de pinturas expansivas de carácter tridimensional que el artista modula con sus propias manos como haría un escultor al recrear una figura imperfecta. De este modo, sus superficies se plantean como recorridos volcánicos. Como territorios devastados por un seísmo que deja a la vista sus placas tectónicas. Esa entropía, entre orden y caos, forma parte activa de la obra de Abril, de su génesis artística.
Hace tiempo que José Abril abrió la puerta de su interior para proponer una estética en la que sus pensamientos llenasen la inmensidad del vacío. Y lo está consiguiendo con verdadera destreza.
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