Un día en un pueblo, de repente sin saber como, empezó a llover... Pero no era una lluvia como la que nosotros conocemos.... Del cielo no hacían más que caer sombreros "barrets", sombreros de todo tipo, con infinidad de colores y tamaños.....
De aquell acontecimiento quedaron unos cuantos sombreros, sombreros de los que no salían conejos, pero si historias, músicas y canciones, un poco de sueño y un poco de juego..