La noche que Agamenón, rey de Micenas, regresó a casa tras el asedio de Troya, fue asesinado por su mujer Clitemnestra y el amante de esta, Egisto. Electra, la hija mayor de Agamenón, temiendo por la vida de su hermano menor, Orestes, lo puso al cargo de un hombre de confianza para que lo sacase del reino. Desde entonces no ha dejado de llorar la muerte de su padre y denunciar a los autores del crimen, recibiendo toda clase de torturas y maltratos. Su determinación es férrea, pero han pasado quince años, y la esperanza de que Orestes vuelva del exilio a consumar su venganza comienza a desvanecerse.